sábado, 25 de mayo de 2013

Abubilla: los pollos.

Siete días después de haber hecho las fotografías de la entrada anterior, decidimos echar un vistazo dentro del nido de Abubilla, pues el esforzado macho con bastante recelo, visitaba continuamente la caja-nido-cántaro.


Así que intentamos molestar lo menos posible y tomamos algunas instantáneas:

pollos de abubilla (Upupa epops)
Nos encontramos con cinco pollos de abubilla que sestean después de una buena ración de insectos. Quizás pudiera haber alguno más, pero contando picos, me salen cinco (de momento).

La hembra permanece con ellos en el nido bastante tiempo, siendo alimentados solamente por el macho.


Un rayo de sol incidía directamente en el fondo del cántaro, lo que facilitó tomar alguna fotillo más.
Si examinamos la próxima fotografía más detenidamente, podemos abundar un poco más en la biología de este ave.


Aparte de disfrutar del bonito diseño de la cola de la Abubilla, podemos ver el diferente nivel de emplumado que tienen los pollos. Alguno está repleto de cañones y plumas en formación, mientras otros hermanos aún tienen el plumón de "recién nacidos".
Esto se debe a que la hembra comienza a incubar desde que pone el primer huevo, y continúa poniendo a diario, por tanto, los pollos van naciendo con diferencias de un día, y claro, del primero al último en eclosionar es notable el nivel del desarrollo.

También, si observamos el nido, vemos que está repleto de desechos y parece que hay hierba o paja forrando el fondo. Pues bien esto es engañoso, pues la abubilla no aporta material al nido, aunque si acumula los desechos mientras dura la cría. Este material lo aportaron una pareja de Estorninos negros hará como dos o tres años, justo un año después de que criara Carbonero común, por lo que creo que es una caja-nido estupenda.

Aunque por casi todos será conocido que el nido despide mal olor, sobre todo hacía el final de la cría, de momento ni la semana pasada ni esta parecía ser así, veremos más adelante. Espero esta próxima semana dar novedades. (El mal olor que se asocia a los nidos de abubilla, proviene de una glándula especial que poseen los pollos, probablemente con la función de ahuyentar a los predadores).

Dejamos al macho a lo suyo, pues no queremos interrumpir su tarea...

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