miércoles, 26 de septiembre de 2012

PIRINEOS VII - 17/08/12 - Los Llanos de Lalarri

Aunque la entrada por Torla al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, es espectacular y muy bella, mi entrada favorita es a través de esta ruta, que parte del Parador Nacional hacia los Llanos de Lalarri, de aproximadamente 4 horas de caminata (a un "pajarero" se le puede convertir en el doble de tiempo).

Es una ruta de dureza media, siendo lo peor la subida, ya que vamos ganando altura progresivamente, pero eso sí, todos los pasos cuesta arriba.

Dejamos el coche en el aparcamiento habilitado para ello y a caminar que es lo nuestro.


Las montañas que nos custodian lo dicen todo: Monte Perdido (3.355 m.), Cilindro de Marboré (3.328 m.) y Pico Añisclo (3.263 m.), también llamado este último Soum de Ramond, son simplemente gigantes a los ojos de los que estamos acostumbrados a las alturas del centro de la península. Estos tres picos forman el macizo calcáreo más alto de Europa. Son conocidos como "las tres Sorores" por una curiosa leyenda que os animo a que busquéis en la red y así yo no me extiendo.




Ya en los llanos de Lalarri, nos encontramos con este plácido rebaño de vacas. La raza bovina pirenaica que pasta en estas praderas es una de las dos razas autóctonas de ganado bovino de Aragón (la otra raza es la vaca serrana de Teruel). Ha estado a punto de desaparecer en décadas pasadas, pero afortunadamente se ha recuperado en estos últimos años (35.000 cabezas de ganado aprox. en la actualidad). Están perfectamente adaptados a territorios de media y alta montaña, rentabilizando los pastos y con unos excelentes parámetros productivos y reproductivos. En verano las podemos encontrar en los pastos de puerto, en otoño y primavera en praderas intermedias, y en invierno son ya mantenidas en la explotación con heno.



No sé a vosotros, pero a mi me transmiten mucha tranquilidad, viéndolas pacer y rumiar me dan ganas de tumbarme en la hierba y no parar de observarlas.
Tanta tranquilidad, que este que veis se durmió en mitad del camino,


y claro, hubo quien no pudo evitar acaraciarlo


Esta pradera situada a 1.560 m. de altitud, tiene una longitud de 1,3 km. y una anchura media de 300 m. Todo un verde tapiz.. La pradera finaliza al pie de la cascada del río Lalarri y aquí se forman grandes y azules pozas, y tramos de río de alta montaña, donde fácilmente veremos truchas.

Aquí según nos acercábamos al circo vimos a un joven de águila real volando a relativa distancia de algunos buitres leonados. Tanto se acercó uno de los buitres que provocó un tremendo picado del águila real, marcando el ataque con tanta fiereza que le dio al buitre un susto de muerte. Me acordé de mi amigo David que tanto disfruta con estos lances en el campo.

Para mayor disfrute nuestro, toda la mañana estuvieron pasando individuos de quebrantahuesos. Tan pronto individuos solitarios, como una pareja prospectando las praderas más altas. En fin, una gran despedida del Quebrantahuesos cuando ya se nos van terminando las vacaciones.

Estos amiguetes vinieron también a despedirnos al río, 

 
De regreso nos encontramos con este caballo, que entre tanta vaca, parece presidir el Congreso del Ganado. (¿se estarán repartiendo los turnos de pasto? Solo ellos lo saben)


Resumiendo, los Llanos de Lalarri en su esencia pura:



  
Una última mirada al glaciar de Monte Perdido y a sus cascadas que descienden el Balcón de Pineta


Por último en la tarde, hicimos una parada para refrescarnos junto al embalse de Bielsa, y bueno capturé al menos a este carbonero común, tan confiado como los que habitan en mi parcela alcarreña.

Carbonero común

Parus major
Bueno, ya solo me queda por poner la última entrada de la aventura pirenaica... 

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